domingo, 17 de octubre de 2010

Un poema.





Me pide que yo le escriba,


una historieta cualquiera


para mostrar mi saber.






Lo sieento, amiga mía, escribir yo no sabría


una historieta cualquiera


sin ritmo, sin melodía...






La historia de pronto llega:






"El niño estaba en su puerta.


La niña estaba en la acera.


Entre dos la madrugada.






Te quiero, decía el niño,


te quiero y te "quereré".





La niña dice no entiendo


de tu cariño el por qué.






Por tus manos por tus senos por tus ojos


¡Por tu vida!





La niña se pone triste.


Se pone triste y sombría.





No quiero que tu me quieras


pues soy cojita de un pie.


Me lo rompió la partera


al momento de nacer.






El niño se queda solo.


La niña ya no se ve.






Se marchó muy lentamente


porque no puede correr".






Aquí tienes, mi amiga, la muestra de mi saber:


una historia de romance


de dolor y de querer.






De mi libro "Versos libertos".

No hay comentarios: