Me pide que yo le escriba,
una historieta cualquiera
para mostrar mi saber.
Lo sieento, amiga mía, escribir yo no sabría
una historieta cualquiera
sin ritmo, sin melodía...
La historia de pronto llega:
"El niño estaba en su puerta.
La niña estaba en la acera.
Entre dos la madrugada.
Te quiero, decía el niño,
te quiero y te "quereré".
La niña dice no entiendo
de tu cariño el por qué.
Por tus manos por tus senos por tus ojos
¡Por tu vida!
La niña se pone triste.
Se pone triste y sombría.
No quiero que tu me quieras
pues soy cojita de un pie.
Me lo rompió la partera
al momento de nacer.
El niño se queda solo.
La niña ya no se ve.
Se marchó muy lentamente
porque no puede correr".
Aquí tienes, mi amiga, la muestra de mi saber:
una historia de romance
de dolor y de querer.
De mi libro "Versos libertos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario