sábado, 10 de abril de 2010
"Para la libertad". Centenario de Miguel Hernández.
Para
la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis
manos,como un árbol carnal, generoso y cautivo,doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,y entro en los hospitales, y entro en los algodonescomo en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazosde los que han revolcado su estatua por el lodo.Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,ella pondrá dos piedras de futura miraday hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcanen la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoñoreliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.Porque soy como el árbol talado, que retoño:porque aún tengo la vida.
MIGUEL HERNÁNDEZ, El hombre acecha, (1938-39)
demaribel
Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,y entro en los hospitales, y entro en los algodonescomo en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazosde los que han revolcado su estatua por el lodo.Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,ella pondrá dos piedras de futura miraday hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcanen la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoñoreliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.Porque soy como el árbol talado, que retoño:porque aún tengo la vida.
MIGUEL HERNÁNDEZ, El hombre acecha, (1938-39)
demaribel
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