sábado, 26 de noviembre de 2011

Epílogo.

 Toda la prensa se hizo eco. Una cueva bajo la casa, el almacén de la droga; prostitución con mujeres secuestradas, engañadas, con chicos en las mismas circunstancias nadie vuelve a ver la luz; clientes de "alto copete".

La delación a la autoridad competente procuró a la lectora  "pingues dineros". La lectora ignoraba que había un recompensa que se engrosó a medida que la policia fracasaba. Decidió comprar aquella peculiar casa, por qué.  Por qué no reconocer que se excitaba cuando el ciego falso hacía aquellas cosas. 
Entró la mujer con sus gafas negras con una mano apoyada sobre un bastón de ciego y la otra mano apoyada en la cintura de un atractivo hombre. Vestía de negro, ajustado vestido, extremadamente escotado. Zapatos de tacón de aguja. Medias sujetas con ligas. Piernas cruzadas...
 
El lector  esperaba ya. Al ver a la invidente  se levantó de la butaca y preguntó qué deseaba leer. 
Le temblaron las piernas. Nunca había visto cosa semejante.

- Caballero, si yo se lo pidiera ¿me dejaría tomarle? 
- Sabe que soy suyo.
- Por mi dinero.
- Y por sus artes, señora.
Inmediatamente un sonido como de pies que son perseguidos. Los "invitados" se asustaron terriblemente. La lectora no estaba en condición para dar explicaciones, porque cuando se está en trance, el mundo no existe aunque te persigan unos inquietantes sonidos.
 * Los personajes "el mayordomo" y "la señora de mediana edad" están inspirados en la película "El resplandor", que tanto me agrada, del director Stanley Kubrick  y del  autor de la novela del mismo título, Stephen King.
Mi humilde homenaje para ambos.








3 comentarios:

Verdial dijo...

El final es tremendo, y el quinto capítulo me ha mantenido totalmente en tensión. Eres una verdadera maestra con una imaginación fuera de serie.

Un abrazo

laisaestapia@gmail.com dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cusso dijo...

Coincido con Verdial.

Mucho merito