Yo tenía una gata en Denia
era suave, menuda, pequeña,
y en un lugar de la Mancha
soñó que volvía a Ávalon
pero la luna luna luna,
con su polisón de nardo,
en un tiempo de silencio,
con un niño de la mano
se fue por el cielo andando
¡Apurad, cielos, pretendo!
ESO ES MENTIRA, TODO ES NOVERDAD,
a voces Segismundo decía
¡cuan grita ese maldito
pero en acabando esta carta...!
!Virgen Santa qué principios!
Si, al principio yo me la llevé al río
creyendo que era casada pero no tenía "marío"
los "maríos" son los ríos
que con cien cañones por banda
a la mar van a se acabar
¡A se acabar!
A se a cabar y a terminar.
De mi libro "Versos libertos".
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