domingo, 4 de diciembre de 2011

Un pasaje hacia Rusia.

  Desde el enorme ventanal se veía la bóina de la ciudad. Él miró el reloj. En el dormitorio el televisor toda la noche conectado y todo el día conectado. Entonces dieron la noticia "Su Majestad la Reina Doña Sofía ha inaugurado la nueva galería del pintor finlandés etc. etc. "
Oyó pasos por el pasillo. Era alta, esbelta. Cabello corto. Ojos de mirada dulce. 
- ¿Lo has oído?
- Si.
- Qué suerte ¿verdad? Ya no tenemos que ir a Finlandia, ese dinero lo dedicamos al viaje a San Petersburgo. ¿Has pensado en lo de la excedencia?
- No.
- Pero por qué no. San Petersburgo es una ciudad maravillosa, como hecha para ser feliz. He visto documentales, fotografías, estoy introduciéndome en el ruso. De paso cambiamos de aire... Solo será un año.
- No.
-  Seis meses.
- No puedo. Ni un año ni seis meses porque voy a dejarte.
Dio un paso a tras con las manos puestas en el pecho.
- A miiii. Me vas a dejar a miiiii....POR QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE, por toda la casa retumbó aquel grito de supremo dolor.

Miró una vez más la hora.  Seguramente el avión ya habría abandonado el espacio aereo. ¿Y si me visto rápidamente y me voy al aeropuerto y compro un pasaje para Rusia? Conozco la dirección del apartamento que alquiló para los dos, pero... Estoy seguro de que no me aceptará. Lo que tiene de dulce lo tiene de firmeza. Mejor la dejo en paz. Yo viviré llevando mi error sobre los hombros.

En la cama  una mujer de habla acaramelada palpó la almohada buscándole: "mi amor. Vuelve a la cama mi amor".
Él se giró y lanzando llamaradas por los ojos dijo " ¿es que no te cansas nunca? Déjame pensar, ostía, déjame pensar. También soy una persona"

2 comentarios:

Verdial dijo...

Pues de momento el paisaje queda relegado.

Un abrazo

laisaestapia@gmail.com dijo...

Yo creo que para él el viaje se ha anulado para siempre.

Un beso.

PD. Mucho movimiento en Sevilla este finde pasado ¿no?