Ya he puesto de manifiesto mi pasión por los poetas andaluces pero, también hay que ponderar lo propio. Ejemplo: un poeta extraordinario que no es tan conocido como otros siendo un gran escritor: Garcilaso de la Vega, nacido en Toledo en el año 1498. Era Garcilaso hombre de su tiempo: con la misma destreza manejaba la pluma que la espada.
Os sugiero que leais sobre Garcilaso de la Vega porque es un personaje muy interesante tanto en su vida como en su obra poética.
Una canción.
Si a la región desierta, inhabitable
por el hervor del sol demasïado
y sequedad d’aquella arena ardiente,
o a la que por el hielo congelado
y rigurosa nieve es intratable,
del todo inhabitada de la gente,
por algún accidente
o caso de fortuna desastrada
me fuésedes llevada,
y supiese que allá vuestra dureza
estaba en su crüeza,
allá os iria a buscar como perdido,
hasta morir a vuestros pies tendido
por el hervor del sol demasïado
y sequedad d’aquella arena ardiente,
o a la que por el hielo congelado
y rigurosa nieve es intratable,
del todo inhabitada de la gente,
por algún accidente
o caso de fortuna desastrada
me fuésedes llevada,
y supiese que allá vuestra dureza
estaba en su crüeza,
allá os iria a buscar como perdido,
hasta morir a vuestros pies tendido
Nada menos, un soneto.
En fin a vuestras manos he venido,
do sé que he de morir tan apretado
que aun aliviar con quejas mi cuidado
como remedio m’es ya defendido;
do sé que he de morir tan apretado
que aun aliviar con quejas mi cuidado
como remedio m’es ya defendido;
mi vida no sé en qué s’ha sostenido
si no es en haber sido yo guardado
para que sólo en mí fuese probado
cuánto corta una ’spada en un rendido.
si no es en haber sido yo guardado
para que sólo en mí fuese probado
cuánto corta una ’spada en un rendido.
Mis lágrimas han sido derramadas
donde la sequedad y el aspereza
dieron mal fruto dellas, y mi suerte:
donde la sequedad y el aspereza
dieron mal fruto dellas, y mi suerte:
¡basten las que por vos tengo lloradas;
no os venguéis más de mí con mi flaqueza;
allá os vengad, señora, con mi muerte!
no os venguéis más de mí con mi flaqueza;
allá os vengad, señora, con mi muerte!
Una delicia venida del pasado,
o de la muerte, como él mismo dice.
2 comentarios:
Pues sí que es una delicia. Tal vez escribió estos versos para Isabel?.
Un abrazo
Jejejeje, sería muy mayor si
fuera para mi... Y tu también.
Otro abrazo para ti, guapa.
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